Por Juan D. Chacoff
El próximo viernes 29 de abril no será una fecha cualquiera en el calendario de los ingleses. Ese día Londres y sus alrededores se vestirán con sus mejores galas para celebrar a todo trapo la boda real entre el príncipe Guillermo y su prometida, Kate Middleton.
Al gran acontecimiento han sido invitados poco más de 1.800 comensales, entre ellos, personajes tan diversos como el futbolista David Beckham, el cantante Elton John así como docenas de miembros de la realeza de todo el mundo.
Pero entre tantos invitados de lujo, llama la atención una persona carente de apellido, tan solo se conoce su nombre de pila, Shozna, una plebeya de 20 anitos, que no sabe ni cómo ni cuándo le llego por correo una invitación proveniente del Palacio de Buckingham.
Tal como el cuento infantil de “La Cenicienta”, Shozna vivirá por un par de horas un sueño hecho realidad; codearse con la familia real encabezada por la Reina Isabel II y hasta, quien lo dice, intercambiar palabras con David Furnish, el marido de Elton John.
La increíble historia de Shozna, según el diario “Daily Mail” de Londres, comenzó hace un año, cuando el príncipe Guillermo asistió a un evento benéfico en pro de las personas sin hogar. Ella conmovió a todos los asistentes al acto cuando relato sus vivencias.
Antes de ser rescatada por la fundación Centrepoint, una organización de caridad fundada por la Princesa Diana de Gales (la fallecida madre del príncipe Guillermo), Shozna dormía en las frías calles de Londres, cobijada tan solo por el calor de sus sueños.
Criada por su modesta familia musulmana en un suburbio localizado al este de Londres, la jovencita era una esforzada estudiante que sonaba con sacar de la pobreza a su familia. Pero todo cambio para peor cuando en octubre del 2009 sufrió un repentino derrame cerebral que paralizo el lado derecho de su cuerpo que incluso le afecto el habla.
Tras meses de una dura rehabilitación, la muchacha se encontró sin hogar, transformándose en una desamparada. Ella no ha dado las razones de esta terrible situación, incluso no se sabe a ciencia cierta si su madre falleció.
Ahí fue cuando la rescato personal del Centrepoint, ofreciéndole una habitación en un albergue donde conviven otras 39 personas sin hogar.
Al escuchar tal testimonio, el príncipe Guillermo se sintió tan conmovido que rompió el protocolo real y le dio un efusivo abrazo
Y claro, a la hora de cursar las invitaciones para su matrimonio, el hijo de la Princesa de Gales levanto la mano y reservo un boleto para Shozna.
La vida de esta joven musulmana ha cambiado en los últimos meses, y ha cambiado para bien. Gracias a su espíritu de superación ya se mudó a un apartamento municipal y encontró un trabajo como vendedora de una tienda de ropa de alta costura.
Desde su tumba debe haber esbozado una sonrisa la desaparecida princesa Diana de Gales, que en vida prestó su imagen a diferentes organismos humanitarios y asistió a una multitud de actos en favor de los sectores más marginados de la sociedad. Su hijo Guillermo le está haciendo honor a su madre.
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